“Muchas de las personas que vemos en sus casas no pueden salir debido a su edad o a alguna enfermedad que les impide moverse. Si no vinieran voluntarios a traerles comida no aguantarían mucho”, relató Torres desde la zona del conflicto.

La labor que realiza el chef y presidente de Global Humanitaria, acompañado por voluntarios ucranianos y militares es "crucial" para aquellos habitantes que viven en zonas del interior de Ucrania. Allí, lejos de las fronteras, es más complicado proveer de la ayuda necesaria. Las explosiones de los bombardeos y los disparos del conflicto suponen un riesgo para voluntarios y ciudadanos vulnerables, explica la ONG.

Global Humanitaria ha enviado a Ucrania un camión cargado de casi dos toneladas de alimentos, que serán distribuidos entre las familias más necesitadas, en sus hogares, situados en zonas de ataques.

"La situación que está viviendo el pueblo ucraniano es dantesca y, por desgracia, no parece que vaya a mejorar sensiblemente a corto plazo. Por eso, desde Global Humanitaria, reafirmamos nuestro compromiso con este inmenso país, con el que vamos a colaborar y para el que ya estamos diseñando diferentes actuaciones solidarias que permitan paliar los efectos de esta terrible guerra", concluyó Torres.