Así se desprende de los datos del Índice de Precios de Consumo (IPC) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y consultados por Servimedia.

El precio de la leche entera aumentó en diciembre un 37,3% respecto al mismo mes de 2022 y el de la leche desnatada lo hizo un 37,2%, y desde entonces han ido moderando su crecimiento. En enero, la leche entera se encareció un 33,4% y la desnatada lo hizo un 32,9%, porcentajes que en febrero variaron poco -dos décimas menos la entera y dos décimas más la desnatada-.

Desde marzo, la tendencia fue de moderación más intensa y en julio, los dos tipos de leche ya se habían encarecido por debajo del 20%. El salto más apreciable en lo que va de año se produjo este pasado mes de noviembre, pues la leche entera pasó de subir un 11,6% en octubre a un 5,7% en noviembre, y la desnatada pasó del 9,7% en octubre al 3,6% el mes siguiente.

Además, el yogur, el queso y otros productos lácteos presentaron una tendencia parecida. El yogur llegó a encarecerse un 26,7% en enero y desde entonces no ha dejado de reducir su subida hasta el 1,8% en noviembre. El queso moderó su ritmo de crecimiento desde el 22,1% que alcanzó en diciembre del año pasado hasta el 4,4% el mes pasado, y la categoría de otros productos lácteos marcó el pico de los últimos meses en febrero, cuando se encarecieron un 27,9%, hasta bajar al 6,7%.

Esta moderación se alinea con la que también ha experimentado el IPC general. El año pasado llegó a registrar una subida hasta el 10,8% en julio, la mayor tasa desde 1984, y el pasado noviembre alumbró un ascenso del 3,2%. Al comparar con los elevados registros del año pasado, influidos fuertemente por la guerra de Ucrania, los precios vienen mostrando una tendencia de moderación.