El programa de gobierno de Rajoy contenía un capítulo específico de delitos contra la libertad sexual sobre menores, que contemplaba aumentar las penas o agravantes frente a este tipo de delitos y adoptar medidas de seguridad para controlar y prevenir el riesgo que entraña la puesta en libertad de delincuentes patológicos con pronóstico elevado de reincidencia una vez cumplida la condena.

El líder del PP prometió que, si ganaba las elecciones, crearía un capítulo específico de delitos contra la libertad sexual sobre menores, estableciendo una pena más agravada.

Además, contenía otras medidas destinadas específicamente a evitar casos como el de Mari Luz, la niña asesinada en Huelva, ya que quería garantizar "el cumplimiento efectivo de las penas en los delitos de especial gravedad, de delincuencia organizada y de agresiones sexuales".

Rajoy contemplaba introducir nuevas medidas de seguridad para controlar a los pederastas, con el fin de reducir "el riesgo que entraña la puesta en libertad de delincuentes patológicos con pronóstico elevado de reincidencia una vez cumplida la condena".

También planeaba modificar la Ley General Penitenciaria y su Reglamento para revisar, entre otras cuestiones, las condiciones para alcanzar el tercer grado, el régimen de permisos a delincuentes contra la libertad sexual y el régimen interior de algunos presos.