La iniciativa del PP parte de su convicción de que la edad de las personas que se inician en el consumo de dogas se ha rebajado "de forma alarmante". Como ejemplo, cita los 14 años como edad media en el comienzo de consumo de hachís, 16 en otras sustancias estupefacientes y 13 en el alcohol.

El Grupo Popular considera que, en estos momentos, los jóvenes drogodependientes no tienen a su alcance medios adecuados de asistencia y rehabilitación que traten sus problemas de forma específica y que se resisten a utilizar otros establecimientos poco indicados.

A juicio del PP, el Gobierno tiene la obligación deponer todos los medios para resolver la situación de estos jóvenes y procurar su rehabilitación social y la atención apropiada a sus familias.