El secretario general del Grupo Popular en el Congreso, Jorge Fernández Díaz, pidió al Gobierno durante una interpelación urgente que tome medidas para evitar que se repitan actuaciones como la quema de fotografías de los Reyes de España y la ausencia de la bandera nacional en multitud de ayuntamientos.

Fernández Díaz achacó esta clase de incidentes al sistema educativo, dado que "si no se enseña historia común de España no se puede querer a España". "Cuando se amputa a España de los programas de estudios es evidente que estamos dando una visión a las futuras generaciones de que pueden acabar con España", dijo.

Incluso, puso el sistema educativo que había en Francia y Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial como ejemplo de lo que podría pasar en España, ya que en aquellos países a los niños franceses y alemanes se les enseñaba respectivamente "a odiarse los unos a los otros".

Fernández Díaz culpó también al Gobierno por dar mal ejemplo a los ciudadanos a lo largo de esta legislatura con decisiones como la reforma del estatuto de Cataluña, al "blindar" un río como el Ebro y al "desgajar" el Archivo de la Guerra Civil en Salamanca.

A su juicio, la asimilación de conceptos como la nación o la unidad de España "entran por los afectos" e insistió en pedir un cambio del sistema educativo porque "no se puede querer lo que no se conoce".

EL GOBIERNO VE "IRRESPONSABILIDAD POLÍTICA"

Por su parte, la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, reprochó al diputado popular su "irresponsabilidad política" al hacer un discurso sobre el futuro de España que considera semejante a un "cuento cargado de ruidos y exageraciones tremendistas".

Salgado puso de manifiesto las "propias incoherencias" del discurso de los populares al reprochar al Gobierno que otras formaciones políticas convoquen un referéndum en Cataluña o País Vasco cuando hace dos años el PP pidió una consulta popular en toda España sobre la reforma del Estatuto catalán.

Acusó a los populares de "falsear la realidad" cuando sostienen que Zapatero apoyó la autodeterminación al hacer público su compromiso de que el País Vasco será en el futuro lo que deseen sus ciudadanos o al apuntar que, para el presidente, el concepto de nación sea discutido o discutible. "Nunca ha dicho eso", apostilló.

Salgado emplazó al PP a "rectificar su comportamiento" y ser "más respetuosos" con las instituciones, en lugar de utilizarlas para erosionar al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ante la cercanía de las elecciones generales de 2008.

Asimismo, recomendó al popular Fernández Díaz y al resto de los dirigentes del principal partido de la oposición que tengan "fe en España", a la que se refirió como esa "sinfonía incompleta que diría Ramiro de Maetzu".