En sendas entrevistas en Onda Cero y TVE recogidas por Servimedia, González Pons aseguró que “es mentira, completamente mentira”, que él llegara a negociar con Bolaños sobre el documento firmado por el ex secretario general del PP Teodoro García Egea, que ayer publicó ‘El País’.

Según su versión, el ministro le dijo personalmente en su primer encuentro que “tenía documentos pactados en secretos que no eran conocidos y quería ponerlos encima de la mesa”, uno de ellos el de García Egea, a lo cual él habría contestado que el PP “no admite documentos secretos” porque “la negociación debe ser pública” y por tanto “empezó de cero”.

En TVE llegó a decir que él no quiso ni verlos y que Bolaños, aun aceptando empezar de cero, le advirtió de que algún día los filtraría, a lo que él le habría contestado que sólo se iba a perjudicar a sí mismo. También confesó que la dirección de Pablo Casado no le dio traslado a su sucesora, pero prefirió poner el acento en que el Gobierno haya guardado ese papel y lo haya filtrado ahora para hacerle “una jugarreta política” al actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y “no para favorecer las negociaciones sino para entorpecerlas”.

González Pons defendió en Onda Cero que “una cosa es que la negociación sea discreta y otra muy distinta que los acuerdos sean secretos”, declarándose partidario de lo primero para que funcione pero describiendo lo segundo como “prácticas muy de Falcon Crest”. Tanto en la radio como en la televisión justificó que, aunque el Gobierno lleve tres años tratando de renovar el CGPJ, la dirección de Feijóo apenas lleva unos meses. “Queremos huir de todos los vicios que se han cometido tradicionalmente en la renovación del CGPJ y queremos hacerlo bien”, justificó en la radio.

CONDICIONES PÚBLICAS

En ambas entrevistas, recalcó que las condiciones del PP para renovar el CGPJ son públicas y que no se enroca en la exigencia de que los jueces elijan a sus jueces, sino que quiere negociar un modelo consensuado pero se aviene a hacer la renovación pendiente con la ley en vigor. Sí recordó que reclama acabar con las puertas giratorias entre la política y la judicatura, que el Fiscal General pueda ser recusado, que para acceder al Tribunal Supremo haya que haber sido juez 25 años y que la negociación sea en el Congreso y con participación de todos los grupos políticos y comparecencias de los candidatos.

Es más, Pons aseguró en Onda Cero que en aquella primera reunión Bolaños le confesó que podría acordar todas estas reclamaciones “en una tarde”, pero que había un acuerdo con ERC que le impedía llegar a un pacto "tan rápido”. En concreto, él habría pedido al ministro retirar la proposición de reforma de la mayoría para renovar el CGPJ o extender su plazo de enmiendas para dar tiempo a un acuerdo, a lo que Bolaños habría contestado que tenía “comprometido” con ERC llevarla al siguiente Pleno del Congreso. Por eso, Pons emplazó al Gobierno: “Tiene que decidir si pacta con el PP o si lo va a hacer con Bildu y ERC”.

El dirigente popular reconoció que el que no se renueve el CGPJ “sería el peor escenario”, no tanto por el Tribunal Constitucional, que “tiene jueces suficientes para poder funcionar”, como por el Supremo, que “es el que se está empezando a quedar sin jueces” y “hay salas que ya no tienen magistrados para poderse reunir”.

Eso sí, tanto en Onda Cero como en TVE quiso contraponer lo que presentó como política de “adultos”, que encarnó en el PP, con la supuesta “política de chiquillos” que estaría practicando el Gobierno con la filtración de estos documentos. En la misma línea opuso la “política” a la “publicidad”. Finalmente, se asombró del “papelón” de la ministra de Justicia, Pilar Llop, postergada por Bolaños en la negociación, y en TVE llegó a decir que, si él estuviera en su posición, dimitiría.