Así lo aseguraron fuentes del partido y acusaron a Sánchez de no expulsar a García, tras haber recibido, presuntamente, 64 contratos públicos de ayuntamientos donde gobierna el PSOE, según público 'El Español'.

Los populares compararon este caso con el que afecta a la esposa de Sánchez, quien este viernes declara ante el juez por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Así destacaron que “la facturación de ambas, Gómez y García, tiene como procedencia las arcas públicas de manera directa o indirecta. Ambas ganaron dinero por ser ‘familia de’, y el paralelismo continúa: tanto en el caso que afecta a la directora del Instituto de la Mujer como en el que afecta al presidente del Gobierno ya están tardando las explicaciones y, sobre todo, las dimisiones”.

Los populares enumeraron dos causas por las que Sánchez “no haya echado aún” a García. La primera, según la formación que lidera Alberto Núñez Feijóo, es que quiera hacerlo hoy “para quitar algo de foco a la entrada de su mujer en un juzgado por el garaje, en un coche con las lunas tintadas y con las manos tapando su cara”.

La segunda, señalaron, se debe a que Sánchez considere que, “comparado con otras barbaridades cometidas en su Gobierno, la de lucrarse de manera poco ética con el dinero de la lucha contra la violencia de género no sea la más grave”.

La formación que preside Feijóo recuerda que “lo que Sánchez y la directora del Instituto de las Mujeres adjudican a sus familiares de manera directa o indirecta les beneficia económicamente también a ellos. En el que caso de la segunda, de manera evidente porque lo que una paga la otra lo cobra”.

A esto, fuentes del partido, lo asemejan al presunto caso de Gómez con el empresario tecnológico Carlos Barrabés y aseguraron que “Gómez pide un dinero a una empresa. La empresa se ve con ella y con Sánchez en Moncloa. Ella pide por carta al Gobierno de su marido que le dé dinero a esa empresa. El Gobierno de Sánchez le adjudica dinero público a dicha compañía. La empresa paga a la mujer de Pedro Sánchez, y, por tanto, parte del dinero que Sánchez adjudica a una empresa acaba en la cuenta corriente de la que salen sus regalos de cumpleaños o de Navidad”.

“Ya sabíamos hace días que La Moncloa era la sede social de ‘Sánchez Gómez S.A.’. Lo que no sabíamos es que el matrimonio presidencial ya franquiciaba el negocio e inspiraba a otras parejas. En este caso, la de la directora del Instituto de las Mujeres”, dijeron.

“Hoy es un día triste por la declaración como imputada por corrupción y tráfico de influencias de la mujer del presidente. La situación que vive el Instituto de las Mujeres no lo tapa sino que lo agrava”, zanjaron.