Desde la tribuna del Congreso de los Diputados, Sémper solo empleó en esta ocasión el euskera para dar los buenos días tras haber recibido variopintas críticas por haber utilizado esta lengua en momentos de su intervención del martes pasado, traduciéndolas después, para intentar mostrar que esta fórmula ya era permitida en el Parlamento.

Sémper denunció que se pretenda “falsear la realidad y convertirnos a todos en rehenes de una escenificación”. “Todos sabemos que los argumentos que esgrimen para defender lo que van a votar son una escenificación”, insistió, recordando que el 3 junio de 2022 los socialistas votaron en contra de una “modificación igual”.

“Entiendo que ha habido un cambio. ¿Qué ha cambiado? El cambio está en Waterloo y no hay escenificación posible que pueda tapar la realidad”, sentenció Sémper en referencia al necesario apoyo de Junts para sacar adelante una eventual investidura del jefe del Ejecutivo en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

“Si las necesidades de Sánchez cambian, ustedes cambian. Si los independentistas exigen, ustedes conceden”, sintetizó Sémper, criticando que esta reforma del Reglamento para formalizar el uso de las lenguas cooficiales “no es la primera cesión y no parece que vaya a ser la última”.

En este sentido, preguntó a la bancada del PSOE “cuál es el límite de cesiones para conseguir que Sánchez sea presidente del Gobierno”. Sémper deploró que “la institucionalidad no ha supuesto límite alguno y que el legado parlamentario de la Transición, como queda acreditado hoy, tampoco”.

A su juicio, “no hay límites” porque “todo, absolutamente todo, aparece supeditado a la ambición de un solo hombre: Pedro Sánchez”. Dicho esto, denunció que una reforma en una materia de este calado y trascendencia se haga en trámite de urgencia en 24 horas ·y saltándose los procedimientos y la legalidad”.

Igualmente, sostuvo que “también atenta contra la lógica más elemental que consiste en que quienes tenemos una lengua común, la utilizamos para entendernos”. “Este es en sentido de la enmienda que presentamos, que tiene vigencia hoy y seguirá teniendo vigencia en el futuro”, alertó el dirigente del PP.

Defendió, igualmente, que “las Cortes Generales ya permiten el uso de las lenguas cooficiales autonómicas en este Congreso, sin ir más lejos con naturalidad en referencias, citas, frases o párrafos breves autotraducidos”. “Y esto nunca ha sido un problema”, remarcó el también vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta del PP.

Por ello, afirmó que “el objetivo de esta reforma y, en realidad, el objetivo político central del independentismo no es defender la lengua propia, sino negar la existencia de la lengua común”. Cargó así contra “el espectáculo ilegal del martes y de hoy”, pues “no solo es un medio, sino que también es un fin en sí mismo”.

“Estamos en este debate porque desde su derrota electoral el señor Sánchez intenta superar la realidad de las urnas con una coalición inaudita para nuestro país y perjudicial para los ciudadanos porque depende de quienes desdeñan la igualdad entre españoles”, analizó Sémper, para quien “lo grave es que el PSOE diga y haga lo que exigen los independentistas”.

Denunció de esta manera que “no hay límite para encumbrarse al poder”, considerando que “ya no basta con socavar nuestro ordenamiento jurídico hasta el indulto, ahora hay que cavar hasta la amnistía”. “No basta con el ‘procés’ en Cataluña, ahora hay que exportar al resto de España esa división”, deploró.

En esta situación, avisó de que el PP actuará “con la responsabilidad histórica del momento”. Tras ello, en la réplica al PSOE, preguntó al diputado socialista Marc Lamuà si hablaba en nombre de su partido o de Junts tras posibilitar que los de Carles Puigdemont tuvieran grupo propio en el Congreso de los Diputados.

“¿Por qué la amnistía a quienes cometieron delitos hace pocos meses era imposible y hoy es necesaria?”, le planteó. ¿Creen ustedes, como afirma Sánchez, que lo que sucedió en 2017 en Cataluña fue una crisis política que nunca tuvo que derivar en una acción judicial o creen que la defensa del Estado de derecho y la aplicación del artículo 155 fue un acto democrático en defensa de la ley y la libertad de los catalanes?”, pidió explicaciones a los socialistas.

Sémper cerró su intervención recordando que a lo largo de la historia el PP y el PSOE han tenido muchas diferencias, “como es natural en una democracia pluralista”, pero también compartían una “convicción” y es que “España no estaba en venta”. “Nosotros seguimos pensando lo mismo. Hoy, el PSOE pone España a la venta”, remachó.