Dentro del marco de los cursos de verano de la Universidad Complutense, los distintos portavoces han querido dejar de lado, en la medida de lo posible, sus discrepancias y hablar de forma sosegada de los temas que mayor crispación han generado dentro del Congreso de los Diputados.

El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, quiso dejar claro que el actual proceso de reformas estatutarias no representa "un debate constituyente", si no que simplemente responde a la necesidad de profundizar "en el Estado de la Autonomías" y que las reformas "se adecuarán a la lógica constitucional".

Dentro de estos nuevos estatutos, Garrido reconoció "la posición de vanguardía y de referencia" de Cataluña en este tema, y pidió al PP "que no confunda consenso con veto", partido al que recordó que el proceso actual "es querido por los ciudadanos".

LETAL PARA LA CONVIVENCIA

Por su lado, el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, indicó que esta legislatura "es letal para la convivencia territorial de los españoles" porque el proceso actual de reforma "es una perversión política de la Constitución del 78", aunque reconoció que España "es una nación plural, no uniforme", problema al que llevamos "más de dos siglos intentando dar respuesta".

Denunció que tras la entrada en vigor del Estatuto de Cataluña "las leyes que está adoptando el parlamento español no son de aplicación en Cataluña", lo que nos lleva a una situación "completamente nueva en el marco constitucional" que hace que España sea "difícilmente gobernable" y que desembocará en unas elecciones en las que se propondrán "dos modelos de Estado".

El portavoz parlamentario de CIU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, dijo que la confrontación actual se debe a que "se confunde descentralización con reconocimiento de las realidades políticas", y que este extremo se debe "a un problema cultural y de voluntad política".

Considera que no existe ningún proceso de "desmembración ni de destrucción de España" y que este "seguirá siendo un Estado potente" después de las reformas estatutarias de la comunidades autónomas.

En el turno correspondiente a ERC, su portavoz en el parlamento, Joan Puigcercós, señaló que las corrientes nacionalistas e independentistas de Cataluña llevan dos legislaciones "intentando llevar a la práctica el reconocimiento de la nación catalana" por parte de los españoles, y "el reconcomiento de la nación española" por parte de los catalanes.

Criticó que se tenga la sensación de que todas las autonomías "deben tener competencias iguales", ya que España "está compuesta por realidades diferentes" lo que no significa que deba haber desigualdad entre ellas en términos absolutos.

La diputada del PNV, Margarita Uría, centró su intervención en la necesidad de reformar el Senado para que España tenga una verdadera cámara de representación parlamentaria, y señaló que esta nueva cámara "tendría que tener poder legislativo en lo que afecte a las competencias autonómicas".

SENADORES POR ELECCIÓN POPULAR

Además, debería articular la participación autonómica en las decisiones de la Unión Europea, así como decidir sobre la financiación de cada región, y subrayó que los representantes de este nuevo Senado deberían elegirse "por elección popular directa, con una circunscripción autonómica y que los comicios no sean coincidente con las elecciones generales, si no con las autonómicas".

Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, abogó por "desdramatizar" el actual debate en torno a las reformas estatutarias, y aseguró que es "absurdo negar" que la nación española "es plural, con distintos niveles de sentimiento de pertenencia".

Llamazares cree que se ha producido un cambio en el concepto de soberanía, y que en el panorama actual "hay más cosoberanías y soberanías compartidas", por lo que defendió una perspectiva de España "de izquierdas, federalista y laica".

Por último, el diputado de Coalición Canaria Paulino Rivero manifestó que las reformas estatutarias deben plasmar "los hechos singulares desde la solidaridad territorial" de cada región, entre los que destacó "la insularidad alejada" de Canarias como el "hecho de singularidad más contundente" de España.

También abogó por reformar el Senado para que esta Cámara sea "de representación territorial donde las Comunidades Autónomas tengan una voz importante".