Vidal-Quadras anunció a través de un comunicado que los dos responsables de la ponencia Política, el canario José Manuel Soria y la catalana Alicia Sánchez Camacho, han admitido "todos los elementos sustanciales" de sus enmiendas después de una semana de negociaciones.

Dichas enmiendas estaban redactadas conjuntamente por el vicepresidente del Parlamento Europeo Alejo Vidal-Quadras, el parlamentario vasco Santiago Abascal, el diputado Eugenio Nasarre, el senador Luis Fraga, el concejal en Durango Vicente de la Quintana y el alcalde balear Carlos Delgado.

Su propuesta planteaba un profundo cambio en las primeras 10 páginas de la ponencia política, cuya elaboración por parte de Soria y Sánchez Camacho motivó que la presidenta del PP vasco, María San Gil, abandonara el equipo y se desmarcara públicamente de Mariano Rajoy.

Vidal-Quadras y el resto de sus compañeros exigían plantear al resto de las formaciones políticas "de ámbito y vocación nacionales" un acuerdo para la "reforma parcial" de la Constitución con el fin de "reforzar" sus principios y orientciones fundamentales, así como expresar su "vitalidad y vigencia".

Esa reforma constitucional afectaría al Congreso de los Diputados, el Senado, la Administración General del Estado y el Poder Judicial, ya que los promotores de las enmiendas consideran que estas instituiones "no están a la altura de su misión, con lo que se debilita el Estado de Derecho y el proyecto nacional pierde su atractivo".

La enmienda establecía que "la defensa de la continuidad de España exigirá a partir de ahora la corrección de las desviaciones de signo confederalizante producidas en la organización territorial del Poder del Estado, así como la reforma y modernización del armazón institucional del Estado democrático y social".

Según Vidal-Quadras, la ponencia política recogerá que "sin esas correcciones y reformas no podrá garantizarse la estabilidad y la viabilidad de nuestro Estado a medio plazo", ya que las recientes reformas de los estatutos de autonomía han convertido a España en un país de "hasta siete velocidades".

Asimismo, pedían "garantizar el uso del castellano en todo el territorio nacional, como lengua común y oficial del Estado, tanto en las relaciones de los ciudadanos con los poderes públicos como en el sistema educativo y en la toponimia, sin perjuicio de la cooficialidad de las restantes lenguas".

Las enmiendas incorporadas a la ponencia Política definen al PP como un partido de "centro reformista" sustentado en los principios liberales y "heredero de la tradición reformadora de la sociedad y del Estado que arranca en España del pensamiento ilustrado del siglo XVIII".

Asimismo, subrayan que el PP "se apoya en los valores esenciales de la tradición cristiana que se encuentran en la base de la civilización occidental" y que le llevan a defender la dignidad y libertad de la persona y sus derechos inalienables, la defensa de la vida humana desde su concepción y la consideración como fundamentos de la sociedad del matrimonio entre hombre y mujer.

Finalizadas las negociaciones con los dos ponentes, Vidal- Quadras expresó su "satisfacción" por la admisión de sus enmiendas al entender que supone "un cambio fundamental en nuestra línea política respecto a lo que ha venido siendo habitual desde la Transición".

"A partir de ahora, sólo si el PSOE no acepta acuerdos de gobernabilidad con nosotros, se recurrirá a otras fórmulas, pero la responsabilidad de seguir alimentando a los partidos secesionistas será suya, no nuestra, y los votantes tomarán buena nota de ello", dijo en un comunicado.