La campaña española,con un presupuesto de 68 millones de pesetas, va dirigida a todos los integrantes de la cadena alimenticia -productores agrarios, ganaderos y pesqueros, industriales, distribuidores, detallistas y consumidores-, a quienes se invita a ejercer su propio papel, desde el convencimiento de que, "del campo a la mesa, la seguridad alimentaria es cosa de todos".

Además de diversos materiales didácticos, como folletos, cuadernos para profesores, una reedición de la guía "Mitos y Realidades de la Seguridad Alimntaria", imanes de nevera y una página en Internet ("seguridadalimentaria.com"), la campaña programará charlas didácticas, organizadas por las asociaciones de consumidores, un encuentro con profesores y una jornada con periodistas especializados en consumo y alimentación.

La directora general de Salud Pública y Consumo, Dolores Flores Cerdán, señaló en el acto de presentación de la campaña que el Gobierno, a través de la Subdirección General de Seguridad Alimentaria, está trabajando en la creación de n "marco legislativo que garantice la seguridad alimentaria", una de las "prioridades" del Ministerio de Sanidad y Consumo.

Según Flores Cerdán, el Gobierno "está trabajando con firmeza en la trazabilidad del producto", es decir, en que todos los eslabones de la cadena de producción y comercialización, hasta que llega al consumidor final, estén perfectamente identificados en la etiqueta, para que el comprador tenga todos los elementos de juicio, como tiene derecho.

Una de las reivindicaciones de a anterior campaña de Seguridad Alimentaria -"Infórmate y exige"- es que la Administración ponga en marcha una Agencia de Seguridad Alimentaria. La directora general anunció que tiene previsto que el proyecto de ley de la Agencia de Seguridad Alimentaria sea enviado a las Cortes a principios del próximo año.

Una pregunta sobre el control administrativo de la dispensación de medicamentos veterinarios con receta, que es motivo de acusaciones cruzadas de descontrol entre farmacéuticos y veterinarios, pus en evidencia la falta de entendimiento sobre la materia entre los ministerios de Sanidad y el de Agricultura, Pesca y Alimentación.

El representante de Agricultura, Ramón Fisac, señaló que ese control no era competencia de su departamento, sino de la Agencia del Medicamento, dependiente de Sanidad y Consumo. Por su parte, la directora general de Salud Pública respondió que, sin ánimo de "pasar la pelota" a Agricultura, el control sobre los residuos de medicamentos que quedan en los animales cuando so sacrificados corresponde a la Dirección General de Ganadería, del Ministerio de Agricultura.