Gutiérrez dijo que no tiene constancia de que hayafuncionando actualmente ningún sistema sensorial especializado en detección de alimentos en mal estado, pero no tiene duda de que es un mecanismo "viable y muy barato".

Aseguró que un sensor de esta naturaleza costaría "poco más de un euro", por lo que cualquier centro productor o distribuidor de alimentación podría disponer de él sin problemas.

Expertos españoles en este ámbito se reunirán esta semana en Madrid, en la II Conferencia de Dispositivos Electrónicos, un foro organizado por el grupo Epañol de Sensores y el Instituto de Física Aplicada.