El cuerpo sin vida fue hallado envuelto en una colcha de cama de colores rojo y blanco, en el interior de dos grandes bolsa de plástico.

Según los datos d la autopsia, podría tratarse de una mujer, de unos 30 ó 35 años de edad, de un metro sesenta y cinco de estatura, de complexión delgada y que presentaba el tobillo izquierdo vendado con material quirúrgico.

La cremación constante de las basuras provocó que el cadáver apareciera totalmente calcinado, por lo que ha sido imposible determinar a través de las huellas dactilares la identidad del finado.

Asimismo, la Policía desconoce cuánto tiempo llevaba el cuerpo en el vertedero de basuras de Estepoa, por los continuos movimientos de los depósitos que realizan los buscadores.

La Policía ha habilitado un teléfono (95-2803600) para recoger cualquier información válida que conduzca a la identificación científica del cadáver, así como para las personas que tuvieran alguna relación con el fallecido.