Según informó este viernes este cuerpo de seguridad, en el primer caso dos policías alumnos de la Escuela Nacional de Policía que circulaban por la calle Ferrocarril de Ávila encontraron a un hombre tendido en el suelo sin constantes vitales ni respiración.

Los agentes en formación iniciaron inmediatamente un masaje cardiaco que logró reanimarlo, aunque debido a su respiración agónica continuaron con la maniobra RCP (reanimación cardiopulmonar) hasta que apreciaron signos vitales, momento en que lo colocaron en posición lateral de seguridad.

Con la llegada de un ATS, siguiendo sus indicaciones, le suministraron adrenalina y le abrieron la vía aérea con una cánula. Posteriormente, utilizaron un desfibrilador de la Policía Local y, tras la primera descarga, prosiguieron con éxito la reanimación hasta que los servicios sanitarios lo estabilizaron.

RÁPIDA ACTUACIÓN EN MADRID

En el segundo caso, ocurrido en febrero en Madrid, dos agentes que realizaban labores de seguridad estática en la Dirección General de la Policía auxiliaron a un hombre que caminaba con dificultad junto a su esposa por la calle Miguel Ángel.

Los policías se acercaron al verlo mareado y sin fuerzas para acompañarlo hasta el portal de su vivienda. Allí el hombre comenzó a sentir un fuerte dolor torácico y dificultad respiratoria, por lo que los agentes le aflojaron la ropa para facilitar su respiración.

Tras sufrir un agarrotamiento muscular y perder las constantes vitales, los agentes lo colocaron en posición decúbito supino e iniciaron el protocolo de reanimación cardiopulmonar hasta la llegada de la ambulancia, continuando el masaje según las indicaciones sanitarias.

Los servicios médicos, que consiguieron estabilizar al paciente antes de trasladarlo al hospital Clínico San Carlos, reconocieron que "la rápida intervención de los agentes fue determinante para la recuperación de las constantes vitales" del afectado.