Los dos agentes antidisturbios resultaron heridos de gravedad en esos enfrentamientos que, según ha declarado, estaban “organizados” y diseñados para convertir el enfrentamiento con la Policía en una auténtica batalla campal.

Uno de los policías tuvo que ser ingresado en la UCI tras recibir un impacto en la cabeza. El otro, Ángel Hernández, está prejubilado desde los 45 años tras una lesión en el brazo que ha requerido varias operaciones y que le ha dejado inhabilitado para seguir ejerciendo como policía.

Precisamente Hernández ha dicho a los periodistas tras declarar que la intervención en la que resultó herido ha sido la “más dura” de su carrera y pidió ser considerado víctima del terrorismo, añadiendo que su deseo es “que se haga justicia y que estos hechos no se vuelvan a producir”.

Aunque en este caso no está claro que Tsunami fuera la organización convocante de la protesta, ambos testigos han coincidido en asegurar al juez que los manifestantes estaban “muy organizados”. Preguntados por las manifestaciones en el aeropuerto de El Prat, que sí patrocinaba Tsunami, los testigos han reconocido que fueron situaciones “muy diferentes”

El juez Manuel Garcia Castellón, reabrió esta causa en noviembre pasado e imputó a Carles Puigdemont, entre otros, por delito de terrorismo, lo que le excluiría del perdón de la ley de amnistía. Esta instrucción se abrió hace cuatro años, pero los agentes no pidieron ejercer la acusación hasta finales de 2023, ni tampoco se querellaron en los juzgados de Barcelona para que se buscara a los autores materiales de la agresión.