LOS POLICIAS DEL "CASO CORROTO" MATARON PARA ENRIQUECERSE, SEGUN EL FISCAL

MADRID
SERVIMEDIA

Los cuatro policías procesados por el denominado "cao Corroto" mataron para enriquecerse, según el fiscal Luis Jordana de Pozas, que hoy leyó su informe, después de solicitar un total de 363 años de cárcel para los acusados.

El fiscal expuso durante casi tres horas las razones que le inducen a considerar responsables de la muerte de José Luis Fernández Corroto, Feliciano Martín de Paredes y Pablo Pardo Ruiz, las tres personas que atracaron la joyería "Viuda de Tornero" en junio de 1984, al comisario Fernández Alvarez y los inspectores José María Pérez utiérrez, Jaime Ignacio Cabezas y Adelardo Martínez.

Según el ministerio público, los policías planearon el robo de acuerdo con Fernández Corroto, al que dejaron escapar para justificar la desparición del botín, pero al que un mes más tarde mataron en Móstoles para evitar que los delatara.

El fiscal afirmó que son "radicalmente falsos y absolutamente falaces" los hechos que se recogen en los atestados policiales redactados horas después del fallecimiento de los delincuentes.

Los agentes explcaban en ellos que la muerte de los delincuentes se produjo de forma forzosa tras el tiroteo inciado por las víctimas, tanto en Móstoles como en Atocha, cuando realizaban tareas de vigilancia, tras el aviso de un confidente sobre la posibilidad de que se cometiera un atraco.

El representante del ministerio público argumentó que bastan las numerosas contradicciones en las que incurrieron los procesados a lo largo del juicio, que comenzó el pasado 14 de octubre, para comprobar que no dijeron la verdad. Resaltó el informe redactado por los forenses que comparecieron ante el tribunal, quienes confirmaron que uno de los disparos que recibió Martín de Paredes fue realizado con el arma apoyada en su frente, en contra de lo declarado por los procesados, y que las balas no se concentraban en la misma zona del cuerpo, "lo que demuestra una frialdad de ánimo" a la hora de cometer la acción.

Recordó asimismo que el cuerpo de Pablo Pardo Ruiz presentaba, según los forenses, un "disparo de interposición" alanteponer su brazo ante una zona vital, "lo que, junto a los impactos recogidos a pocos centímetros del suelo, demuestra que Pablo estaba acurrucado, pidiendo que no le dispararan".

Añadió que las declaraciones de los testigos presenciales del robo a la joyería contribuyen a obtener "pruebas indiciarias, con datos objetivos que con un proceder lógico permiten obtener una sentencia condenatoria".

Así, recordó que los testigos reconocieron a Fernández Corroto como el tercer atracador, que dos de elas, la hija del oficial y la asistenta, vieron la totalidad del botín en la comisaría donde prestaron declaración y que Francisco Ojeda, que salió en persecución de los atracadores, fue advertido por dos individuos sin identificar que regresara al taller, "porque los tenemos acorralados".

El fiscal estima que los hechos constituyen un delito de robo con homicidio, dos de asesinato y dos de falsedad de documento público, por la redacción de los atestados policiales.

Esta tarde continuará la sesióncon los informes de las acusaciones particulares, que representan a los familiares de los tres delincuentes fallecidos.

(SERVIMEDIA)
05 Nov 1991
C