Acebes explicó que los más de 2.600 turismos, todoterrenos, furgonetas, blindados y motocicletas nuevos suponen una inversión de 15 millones de euros por compra directa y otros 8 millones anuales para la adquisición de vehículos por el procedimiento de "renting".

El ministro aseguró que esta inversión responde al objeivo de incrementar la plantilla de agentes de la policía y de dotarles también de más y mejores medios para su trabajo.

Y en esta línea enmarcó la adquisición por compra directa de 868 vehículos de diverso tipo, de los que casi 90 corresponden al aumento de la flota y el resto a su renovación.

A partir del 1 de enero comenzarán a patrullar por las ciudades españolas los nuevos 740 turismos Z, que sustituyen a los actualmente en servicio desde 1998. Se trata de modelos Citroën "Xsara Picasso", tip monovolumen, que han sido adquiridos mediante "renting", con un coste mensual de 348.000 euros.

Asimismo, a partir del 1 de marzo serán sustituidos los 1.088 coches K, los que carecen de distintivos policiales, que, también a través de "renting", tendrán un coste mensual de 387.000 euros.

El "renting" o alquiler a largo plazo es un contrato de arrendamiento en que el arrendador compra el vehículo elegido por el arrendatario, y lo pone a su disposición durante un plazo determinado.

En el cas de los coches policiales, este plazo viene determinado por el periodo de vida útil estimada del vehículo, que es de unos 54 meses. En el gasto de arrendamiento se incluyen todos los servicios que pueda necesitar cada coche, es decir, su mantenimiento integral, mediante el pago en contraprestación de una cuota mensual fija por todos los conceptos.

Acebes estimó que esta fórmula de adquisición de vehículos ha demostrado tener una "enorme rentabilidad" para la Policía, ya que permite ir incorporando nueos medios y sistemas de seguridad para el trabajo de los agentes y la renovación de los vehículos es "inmediata y muy repetida en el tiempo".