LA POLICIA MUNICIPAL DE BILBAO INICIA UNA HUELGA A LA JAPONESA APOYADA UNICAMENTE POR EL SINDICATO DE FUNCIONARIOS
- Los agentes ponen más multas y realizan informes sobre todas las anomalías que observan en las calles
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Un único sindicato, CSIF, apoya la convocatoria de huelga 'a l japonesa' que inició hoy la Policía Municipal de Bilbao con carácter indefinido. Las demás centrales que integran el comité de empresa del Ayuntamiento, ELA, LAB y UGT, han decidido no secundar la huelga de celo por entender que perjudica a los ciudadanos.
La valoración sobre el seguimiento de la huelga es diferente según las fuentes consultadas. Mientras el sindicato CSIF asegura que está siendo secundada por el cien por cien de los agentes de servicio en la vía pública, el delegado de Seguridad Ciuadana del consistorio bilbaíno, Joseba Unzurrunzaga, calificó de normal la jornada de hoy.
El representante de CSIF, José María Aparicio, destacó que aún desconocen el número de sanciones que se han llegado a poner, pero los agentes están realizando informes sobre todas las anomalías y desperfectos que observan en las calles, como aceras defectuosas, baldosas mal colocadas, bolsas de agua, desperfectos en tejados y cornisas, etc.
Asimismo, CSIF denunció que, pese a haber recibido unas 35 peticions de retiradas de vehículos supuestamente abandonados, la dirección de la grúa municipal negó estos traslados porque "no ocasionan beneficios para esta empresa, que es privada".
Por su parte, Unzurrunzaga no cree que esta huelga "tenga demasiada incidencia" y aseguró no tener ninguna noticia de que hubiese ocurrido algo fuera de lo normal. Agregó que no pone en duda que "los agentes del servicio de Seguridad Ciudadana están realizando su trabajo como debe ser, sancionando lo que tengan que sancionar". La huelga de celo, que consiste fundamentalmente en "sancionar todas y cada una de las infracciones que se cometan en la ciudad", tiene su origen en el expediente abierto contra uno de los agentes por no presentar un mínimo de sanciones en las que debía de intervenir la grúa. Esta, al ser una empresa privada, exige al Ayuntamiento un mínimo de salidas para que su negocio sea rentable.
(SERVIMEDIA)
08 Feb 1994
C