Estos jóvenes han sido acusados de desórdenes públicos y el octavo de un presunto delito de daños, ya que se le imputa haber realizado varias pintadas en la furgoneta en la que la Policía Foral iba a trasladar a los primeros detenidos.

Los incidentes comenzaron cuando los siete insumisos desplegaron una pancarta en el balcn de la Diputación en la que se leía "Navarra es antimilitarista. Acabar con el Ejército francés y español". Cuatro de estos encadenados tenían órdenes de búsqueda y captura para ingresar en prisión, al estar condenados por su negativa a realizar el servicio militar.

Con anterioridad a esta acción, los insumisos habían pedido a las instituciones navarras, y en especial al Gobierno foral, que hagan lo que esté en su mano para evitar las encarcelaciones de jóvenes si, como han señalado en diversas ocasines los partidos de esta comunidad, son contrarios a las penas de prisión por no realizar el servicio militar o la PSS.

Una vez detenidos por los efectivos policiales, que impidieron a uno de los manifestantes arrancar la bandera española que ondea en el balcón, un grupo de personas esperaron en la calle a que los manifestantes fueran puestos en libertad.

Cuando un furgón con los detenidos intentó salir del palacio, los concentrados se enfrentaron a la Policía Foral y se tiraron en el suelo para vitar que el vehículo se moviera. Agarrones, insultos y golpes se repitieron hasta que el coche logró llegar a la calzada.

En estos incidentes, una persona fue detenida por pintar la mencionada furgoneta policial.

Los arrestados fueron trasladados hasta las dependencias de la Policía Foral para tomarles declaración. Fuentes del departamneto de Interior del Gobierno de Navarra precisaron que todos ellos serían puestos en libertad a lo largo de la tarde, excepto los insumisos sobre los que pesan órenes de búsqueda y captura, que serán trasladados ante el juez de guardia para su previsible ingreso en la cárcel de Pamplona.