La investigación policial posterior determinó que el objetivo del coche-bomba era el ciudadano kosovar E.S., antiguo colaborador de la Policía Serbia, y conocido traficante de drogas. Se trataba del tercer atentado conta su vida desde el final de la guerra en 1999.

Ante la alta en la UNMIK Police (Policía de las Naciones Unidas) de especialistas en este tipo de atentados, el director de operaciones solicitó ayuda del contingente español en Kosovo, en el que prestan servicio policías nacionales, incluyendo a un especialista del Tedax.

La Policía española realizó un informe, tras inspeccionar el lugar del atentado, en el que se determinaba que el explosivo usado era probablemente de origen militar y de alta potencia.

La carga del coche estaba colocada apuntando haciala carretera y no hacia la acera, lo que hubiera provocado numerosos muertos. Todo indicaba que la persona que fabricó el coche-bomba era un especialista en este tipo de acciones terroristas.

Por lo tanto, según el policía español, se trataba de una acción terrorista concertada y organizada, en la que han intervenido varias personas, una de las cuales, al menos, tiene instrucción terrorista.

Por todo ello, el Regional Commander de la región de Prístina ha contactado con el jefe del Contingente esañol en Kosovo, a fin de solicitar la colaboración del Cuerpo Nacional de Policía para realizar un análisis pericial de los restos recogidos por el oficial de la Policía española y determinar el tipo exacto de explosivo, su origen y cuantos detalles periciales se puedan determinar.

De esta manera, el material recogido en el lugar del atentado se ha remitido al Servicio Central del Tedax, en el Centro Policial de Canillas, para su análisis y peritación.