Así consta en el comunicado facilitado este lunes por el Ministerio del Interior en el que se señala que el detenido empleaba, para evitar ser detectado, diferentes terminales móviles. Además, realizaba las llamadas desde distintas localidades e incluso desde el extranjero.

Según la investigación, las llamadas en las que alertaba de la colocación de artefactos explosivos iban dirigidas a personas físicas y entidades públicas y privadas, ubicadas en distintas localidades españolas, provocando la activación de los respectivos centros de coordinación de emergencias y de unidades policiales de las distintas ciudades, con los consiguientes trastornos causados tanto a particulares como los servicios receptores de las llamadas.

Por ejemplo, según la Policía, a principios de octubre, el detenido presuntamente alertó de forma “falsa y maliciosa” que “iba a estallar una bomba en los Juzgados de Santiago de Compostela”.

Como consecuencia de este acto delictivo, a modo preventivo se produjo el desalojo de las sedes judiciales situadas en el Polígono de Fontiñas, así como el Edificio Centro de Innovación Cultural (CINC) en la Ciudad de la Cultura de Galicia, sede temporal del juicio por el accidente ferroviario del tren Alvia en Angrois, en el que murieron 80 personas.