Los agentes patrullaban por las inmediaciones del colegio cuando, sobre las 2,30 horas de la madrugada, vieron que tres menores salían del colegio y dejaban unos bultos en el suelo.

Tras inspeccionar la zona, fue el perro policía "Jackie", que acompañaba a los policías, quien descubrió a los jóvenes, que se habían escodido en un armario del centro.

Los supuestos ladrones, de 15 y 16 años de edad, fueron trasladados al cuartel de la Guardia Civil, donde se les puso en libertad tras instruir las oportunas diligencias.

En el momento de su detención se les incautaron dos cajas de herramientas, un platillo de percusión, una botella de camping-gas y diverso material de laboratorio.

Los destrozos ocasionados por los jóvenes en el centro educativo son considerables, aunque todavía no han sido cuantificados con exctitud los daños.