Así lo indicó el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, en la presentación de las presentaciones macroeconómicas para 2022 y 2023 en las que el centro de estudios redujo la previsión de crecimiento del PIB al 4,2% y elevó la inflación media anual al 6,8%, 2,2 puntos porcentuales más que en su última estimación.

Torres indicó que no han incluido el plan de choque del Gobierno en las previsiones macroeconómicas debido a que carecen “de algunos importantes detalles para poder estimar en efecto”. No obstante, lo comunicado por el Gobierno ha llevado a Funcas a realizar una estimación preliminar, que también conllevará más déficit.

Concretamente, Torres indicó que la medida “que va a tener más impacto” es la que va a atajar los precios de la energía, aun sin concretarse. “Con lo que hay anunciado, el impacto sobre la inflación es significativo”, afirmó el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, aunque advirtió de que se trata de medidas “costosas” y que “no pueden ser ilimitadas”.

Por su parte, el director general de Funcas, Carlos Ocaña, afirmó que estas son “medidas paliativas a corto plazo”, pero no “estructurales”. El responsable del centro de estudios resaltó que el desacople del gas en el mercado de la electricidad es la medida con “más potencial” y “más capacidad de influir en la inflación”. No obstante, advirtió de que el alza de los precios energéticos es un problema que “viene de fuera”, ya que España carece de recursos propios.

Son precisamente los costes de la energía el motivo por el que la inflación está siendo más elevada en España que en otros estados europeos. “En el caso de Francia, por ejemplo, se utilizan de fuentes suministro como la nuclear que evolucionan de manera distinta, explicó Raymond Torres.

En este sentido, el experto subrayó que el traslado del alza de los precios de la energía al resto de productos es “similar” en España al de otros países europeos, aunque reconoció que “los servicios pesan algo más que los bienes” por la estructura de la economía española, pero apuntó que esto “no tiene una gran influencia” en el incremento de la inflación subyacente.