Piqué hizo estas declaraciones tras su participación en una mesa redonda organizada por la Fundación FAES en Navacerrada, donde destacó que el borrador aprobado en ponencia por el tripartito catalán "desborda con claridad el marco constitucional".

El líder del PP catalán criticó que el calendario se haya convertido en el "objetivo" prioritario para PSC, ERC e ICV cuando lo verdaderamente importante debería ser el beneficio que aporte a los ciudadanos.

"Bastante hemos sufrido durante un año y medio de debate como para que ahora el principal objetivo sea hacer en quince días lo que no hemos conseguido hacer en un año y medio", dijo. A su juicio, todavía "queda mucho camino por recorrer" para sacar adelante la reforma del estatuto, por lo que hizo un llamamiento a la "serenidad" y la "tranquilidad" para que todas las fuerzas parlamentarias trabajen con "máximo rigor y máximo sentido común".

Piqué elogió al presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, el socialista Alfonso Guerra, por situar el borrador del futuro estatuto catalán fuera de los límites legales.

El dirigente popular señaló que los argumentos de Guerra están cargados de "sentido común", por lo que expresó su deseo de que pueda trasladar su visión al resto del Partido Socialista.

Piqué compartió "en su totalidad" las críticas de Guerra a la reforma del estatuto que ha consensuado el tripartito catalán y sacó a relucir que existe un "divorcio" en el Partido Socialista entre lo que dicen sus dirigentes públicamente y lo que opinan en privado.

Finalmente, el presidente del Partido Popular de Cataluña manifestó que dentro del Gobierno y del PSOE hay una "enorme tensión y desconfianza" por la reforma estatutaria que pueda ser aprobada finalmente en el Parlamento de esta comunidad.