Garzón dio la enhorabuena a la justicia chilena, porque "está haciendo el trabajo que todo juez debe de hacer y que tenemos que hacer cada uno en nuestro país y de acuerdo con nuestra legislación y la legislación internacional". Respecto a la desconfianza mostrada hacia él y sus colegas cuando se inició el proceso, comentó, en declaraciones a la Ser, que ellos se han limitado a cumplir con la ley y añadió que "si te tildan de ingenuo, ¡bendita la ingenuidad que se deriva del cumplimiento de la ley!".

Sobre el hecho de que el ex dictador haya sido procesado en Chile, dijo que "cualquier persona que está sometida a un procedimiento judicial siempre sugiere que este procedimiento llegue al final. Si lo es en un punto o en oro, es lo de menos. Lo importante es que el proceso cumpla sus fines y que las víctimas se resarzan de sus perjuicios y que haya un juicio justo, de acuerdo y con respeto absoluto al principio de presunción de inocencia".

Por otro lado, Garzón considera esencial la existencia del tribunal penal internacional y deseó su puesta en marcha inmediata. "El índice de ratificaciones, aunque no es lento, no es todo lo rápido que debería ser y creo que todos debemos de abogar por que eso sea así", subrayó.

Según el magistrado, "probablemente, a partir de la existencia de un tribunal penal internacional permanente no habrá resquicios de impunidad y no habrá inmunidades soberanas que oponer a esa jurisdicción universal y única".