Los peritos forenses encargados de estudiar el caso no han logrado ponerse e acuerdo a este respecto, por lo que el fiscal decidió rebajar su petición de condena.

La joven declaró en el juicio que no había confesado a su familia que estaba embarazada por miedo a su padre, que, según dijo, le pegaba habitualmente con palos, herramientas agrícolas y mangueras. Asimismo, los familiares tampoco se dieron cuenta del embarazo de la muchacha, a pesar de que ella se ponía bikini "para que se dieran cuenta, ya que me daba vergüenza decirlo yo".

Igualmente, dijo que no sabía que se día iba a dar a luz, ya que estaba embarazada sólo de siete meses. Ante esta afirmación, la propia abogada defensora le preguntó si era "un poco tonta", a lo que respondió con un débil "no".

El día 12 de junio del 92 Cristina Mascaró, según su declaración, se encontró mal y acudió al cuarto de baño, donde dio a luz. Solicitó ayuda de su hermana porque no sabía cómo cortar el cordón umbilical del que aún pendía el recién nacido.

El bebé permaneció 45 minutos en el inodoro sin que nadie le tocar, hasta que la madre de Cristina le sacó de allí. La joven, tras ser atendida en un hospital, fue detenida y permaneció tres semanas en prisión.

La abogada defensora destacó que con la decisión del fiscal de rebajar la pena "podemos darnos por satisfechos, ya que Catalina, aún siendo condenado no deberá ir a la cárcel al no poseer antecedentes penales".