El consumo privado experimentó cierta reactivación, puesto que tuvo un crecimiento interanual del 2,0%, dos décimas más que en el segundo trimestre. En cambio, el consumo público se situó en el 0,9%, dos décimas menos que en el período precedente. La inversión en bienes de equipo tuvo un notable crecimiento del 8,4%, pero la inversión en construcción sigue con su caída, puesto que disminuyó un 5,3%.

La demanda interna sigue su tendencia a la baja, con u aumento de sólo el 1,5%. La exportación de bienes y servicios siguió siendo el motor de la economía, puesto que aumentó un 9,4%, 1,1 puntos más que en el segundo trimestre del año. Las importaciones se elevaron un 6,6%, con un descenso de 0,4 puntos.

Presidencia destaca que el crecimiento del PIB del 2,2%, dos décimas superior a la del trimestre precedente, confirma "una nueva fase expansiva de la actividad agregada".

Señala además que, desde el punto de vista de la oferta, se ha superado la conracción que registraba el valor añadido de la producción de las ramas industriales. "No obstante, para que esta mejoría se consolide es preciso que en los próximos trimestres las ramas de los servicios se muestren más dinámicas, así como que la construcción abandone el proceso recesivo", según estas fuentes.