EL PIB CAYO UN 1,2 POR CIEN EN EL ULTIMO TRIMESTRE DE 1992, SEGUN LA FIES
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La economía española registró en el último trimestre de 1992 un crecimiento negativo del 1,2 por ciento, con lo que el PIB auentó en todo el año sólo un 0,7 por cien, el peor resultado desde 1981.
Esta es la estimación formulada por la Fundación Fondo para la Investigación Económica y Social (FIES), en el informe sobre el crecimiento de las comunidades autónomas durante 1992, presentado hoy por Enrique Fuentes Quintana, el director de esta institución.
Fuentes recalcó que el crecimiento estimado por la FIES es sensiblemente inferior al 1,2 por ciento calculado por el ministro de Econonía, Carlos Solchaga, y supone que a economía española dio un paso atrás en su convergencia real con la CE, que creció un 1,1 por cien.
A su juicio, la recesión se mantendrá probablemente durante todo el primer semestre de 1993, periodo en el que la economía seguirá creciendo menos que en el 92.
Fuentes señaló que las medidas reactivadoras que acaba de aprobar el Gobierno "dulcifican" la situación, pero "palidecen" ante la magnitud y seriedad de los problemas con los que se enfrenta la economía española.
Esos problemas son, asu juicio, la inflación, el déficit exterior, la falta de ahorro, la escasez de empleo y la baja competitividad de las empresas. La sociedad española, añadió, no quiere enfrentarse a ellos.
Advirtió que, si no se abordan aceptando los costes que puedan suponer medidas como la reforma del mercado laboral, España corre el riesgo de retroceder y perder la oportunidad de integrarse en el proyecto europeo.
Respecto a las soluciones propugnadas por el Partido Popular, indicó que las incluidas en sus prgramas se contradicen con declaraciones efectuadas por sus líderes sobre una eventual salida de la peseta del Sistema Monetario Europeo o la necesidad de dar prioridad al paro sobre la inflación.
EVOLUCION POR SECTORES
Por otra parte, el informe de la FIES indica que el sector más afectado por la crisis en 1992 fue el de la construcción, con una caída de la producción del 4,3 por ciento. La agricultura cayó otro 1,4 por ciento, la industria un 1,7 por cien y sólo los servicios registraron un creciminto positivo, del 1,9 puntos.
Por comunidades autónomas, la novedad más sobresaliente y más sorprendente reside en que las comunidades pobres crecieron más que las ricas y en que los ejes de mayor desarrollo en los últimos años, el valle del Ebro y el arco mediterráneo evolucionaron negativamente.
No obstante, fue una comunidad ajena a esta área de desarrollo, Castilla y León, la única que experimentó una caída absoluta de su PIB, concretamente de un 0,1 por cien, debido a la baja producción de creales motivada por la sequía.
El segundo peor resultado correspondió a Madrid, con un crecimiento del 0,5 por ciento, resultado de la mala coyuntura del sector constructor y la crisis de la industria, que está sufriendo un éxodo hacia Castilla La Mancha y otras regiones colindantes.
La comunidad que más creció fue Extremadura, con un 1,4 por cien, por delante de Ceuta y Melilla (1,3), Andalucía (1,1), Baleares (1,1), Castilla La Mancha (1), Murcia (1), Cantabria (0,9), Navarra (0,9), Asturias (08), Cataluña (0,8), Galicia (0,7), País Vasco (0,7), Canarias (0,6), La Rioja (0,6), Aragón (0,5), Valencia (0,5), Madrid (0,5) y Castilla y León (-0,1).
Tras los resultados de 1992, Baleares mantiene el mayor PIB por habitante, de 2.135.255 pesetas, mientras que Extremadura es la única región que no alcanza el millón, al quedarse en 993.656.
También superan la media nacional Madrid (2.023.265), Cataluña (2.005.302), Navarra (1.806.340), La Rioja (1.690.932), Aragón (1.673.914), País Vasco (1.673557) y la Comunidad Valenciana (1.619.684).
Por debajo figuran, además de Extremadura, Andalucía (1.077.246), Asturias (1.349.165), Canarias (1.481.800), Cantabria (1.426.991), Castilla La Mancha (1.213.720), Castilla y León (1.361.496), Galicia (1.264.544), Ceuta y Melilla (1.072.607).
No obstante, el informe de la FIES demuestra que las diferencias regionales reales son menores de lo que indican estas cifras, ya que los ingresos y gastos públicos, especialmente los de la Seguridad Social, tiene un efecto redistributivo que las atempera.
Así, si se comparan las rentas disponibles por las familias después de pagar sus impuestos y recibir las ayudas públicas, y se tienen además en cuenta los diferentes niveles de precios por autonomías, resulta que la de Extremadura representa un 83,19 por ciento de la media nacional.
Las familias con mayor poder adquisitivo real viven en Baleares, con una renta disponible que es un 20,23 por ciento superior a la media, seguida de Cataluña (16,23 por cienmás que el promedio), La Rioja (14,88), Aragón (10,21), Valencia (6,95), Madrid (6,37) y Navarra (4,22).
Por debajo de la media se sitúan Andalucía (83,57 por cien del promedio), Asturias (96,7), Canarias (92,7), Cantabria (95,41), Castilla La Mancha (94,03), Castilla y León (97,24), Galicia (96,75), Murcia (95,71), País Vasco (96,24) y Ceuta y Melilla (81,11).
Al comentar estos datos, Fuentes Quintana subrayó que las diferencias regionales son en España menores que las de otros países europeos, omo Alemania o Italia.
(SERVIMEDIA)
09 Mar 1993
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