El presidente de la Xunta de Galicia aseguró que "la quema de coches y la instalación de barricadas en las carreteras no sólo no sirven de nada sino que están dificultando las conversaciones para la firma del acuerdo de pesca" y fue tajante al señalar que a violencia no será la solución para el sector pesquero gallego.

La labor de la Comisaria de Comunitaria de Pesca, Enma Bonino, fue valorada muy positivamente por el presidente gallego que elogió su "talante dialogante" aunque reconoció que la Unión Europea está mostrando "una cierta frialdad" en las negociaciones porque el problema de los caladeros marroquíes afecta solamente a dos países miembros, España y Portugal. Fraga acusó también de "falta de energia" a los representantes de la Administración entral española.

Fraga Iribarne recordó que "los caladeros objeto de las negociaciones no son aguas internacionales sinó que pertenecen a un país soberano como Marruecos" lo que, en opinión del mandatario gallego añade mayores dificultades a las negociaciones.