En declaraciones a Servimedia, Ibáñez explicó que, unque el perro sea mayor y haya superado ya la etapa de desarrollo, se adapta perfectamente a salir a la calle en esta nueva situación, pero precisó que "hay que saber educar al perro para que lo lleve con tranquilidad".

El suceso de la pasada semana en Can Picafort (Mallorca), cuando un dogo argentino que paseaba suelto con su amo mató a un niño de 4 años, es, a juicio del catedrático, "el comienzo de la sensibilización social para tener perros de forma responsable porque, hasta ahora, se tienen perrs como el que se compra bandejas para adornar su casa".

Aunque el psicólogo veterinario considera que es necesario legislar sobre la tenencia de perros, cree que el asunto es muy delicado y que la solución no está en seleccionar las razas más agresivas, castrarlas a todas y prohibir su uso y tenencia. "Es una solución publicitaria pero hay que enfocarlo desde el punto de vista de una educación integral", apostilló

Hasta ahora, indicó, las administraciones "han dormido plácidamente porque este tem no vende votos y levanta polémica en un sector de gente que opina a base de poner emociones encima de la mesa, en vez de opinar técnicamente".

Reconoció que esta solución puede ser punto de partida porque el Gobierno interpreta que hay una cierta alarma social y la forma de calmar es ésta, al tiempo que insistió en que tampoco las administraciones tienen medios para requisar a todos los perros de estas razas que anden por la calle.

INTRUSISMO PROFESIONAL

El catedrático llamó la atención sobre os adiestradores y criadores de perros, de los que dijo que una gran mayoría no tienen ni idea de lo que hacen.

Este gremio, aseguró, está incontrolado y la Administración debería tomar medidas para asegurarse de que los responsables de adiestrar y criar perros están capacitados para ello. "Hay mucho intrusismo en este sector y muchos, además de sacarte el dinero, están educando mal al animal".

Además, Ibañez explicó que el afán por la pureza de las razas genera problemas de consanguinidad que aleran la integridad de una raza y pueden nacer perros con deficiencias psíquicas y físicas, igual que en los seres humanos.

Hay algunas razas que, por temperamento o herencia genética, tienen predisposición natural a ser más nerviosos o más irascibles, igual que el ser humano. Pero un comportamiento no se pone en marcha si no hay un mensaje genético, un medio ambiente, y una experiencia, las tres cosas son fundamentales, según los expertos.

Ibáñez cree que un perro asesino no es recuperable porqueel animal tiene un periodo de desarrollo del comportamiento, que es muy intenso hasta los cuatro meses, y después hasta los dos años va disminuyendo en intensidad. Más allá de esta edad un perro agresivo es imposible que deje de serlo.