Azucena Pedraz destaca la labor exploradora de españoles como Gatell, Murga o Iradier, a pesar de no contar con nngún apoyo gubernamental y de la precariedad de medios que sufrieron.

Sin embargo, la obra se fija en la labor de la Sociedad Geográfica de Madrid, fundada en 1876, y en la persona de Joaquín Costa, que luchó desde desde diversos ámbitos por la defensa de los intereses españoles en el continente africano.

No obstante,, los esfuerzos de Costa, que en 1883 impulsó la creación de la Sociedad Española de Africanistas y Colonialistas, no dieron los resultados esperados, en parte como consecuencia del esinterés de la burguesía de la época por el continente africano.

Según la autora, "ese era el sino de la actividad colonial española a finales del siglo XIX. Los africanistas proponían al Gobierno un lugar de intervención, prestándoles de antemano un plan organizado de colonización, pero el Gobierno desistía, y les invitaba a que lo hicieran ellos mismos, que después, él ya intervendría".

"Costa", agrega Pedraz, "había quedao bastante desencantado del curso de los acontecimientos desde que promoiera la organización de un congreso de geografía y fundara la Sociedad de Africanistas en 1883. El escaso interés de los gobiernos de la restauración y de los industriales y comerciantes a los que se había soicitado, primero, la actuación, después, el dinero, para que la Sociedad misma actuara por ellos, quedó patente desde el primer momento".

Para la autora, si bien la inestabilidad política de la época pudiera no ser la causa fundamental de la abstención colonial española, "bien pudiera serlo de la nexistencia de una burguesía fuerte, ocupando los centros económicos y de poder, que era la que en el resto de Europa buscaba su desarrollo en la expansión colonial".

La editorial Polifemo ha publicado "La quimera de Africa (...)". Azucena Pedraza es licenciada y doctora en Periodismo. En la actualidad trabaja en la Dirección General de Medios de Comunicación de la Comunidad de Madrid.