Los científicos del Hospital de Salisbury (Inglaterra) creen que el aparato podría transformar la vida de miles de personas con dificultades para caminar. Los pacientes con esclerosis múltiple, víctimas de embolias o parálisis ceebrales podrían beneficiarse del invento.

El dispositivo va atado a la cintura del paciente y se sirve de un ordenador para funcionar. El aparato compensa las lesiones nerviosas del paciente y gracias a pequeños impulsos eléctricos, reactiva el movimiento de los músculos de las piernas.

El dispositivo mejora mucho la capacidad de caminar de los lesionados. Algunos pacientes que antes debían permanecer en sus casas pudieron salir a pasear. Incluso al dejar de utilizarlo, uno de cada cinco paciente afirmó seguir teniendo menos dificultades para andar. Los beneficios se mantienen de forma proporcional al tiempo que el paciente utilizó el dispositivo.

Uno de los inventores, el profesor Ian Swain, se ha mostrado muy satisfecho con los resultados preliminares. "Ahora somos conscientes de que el paciente puede desplazarse mejor, incluso después de haber dejado de utilizar el dispositivo", informó.