Esa es la frase que utilizó durante la campaña electoral de las últimas elecciones vascas el peneuvista Josu Erkoreka para reflejar la casi imposibilidad de que pudiera haber un lehendakari socialista.

López respondió a ese augurio de Erkoreka durante la fiesta de la rosa de los socialistas vascos, convertida en un gran mitin de campaña para las europeas ante 6.000 militantes entregados que llenaban una de las salas del Bilbao Exhibition Center.

Era el primer acto del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el País Vasco con López como lehendakari, después de que ambos participaran hace tres semanas en otro acto en la madrileña plaza de Vistalegre.

López se refirió a Rodríguez Zapatero como el "gran aliado" de los socialistas vascos, que "ha arriesgado como nadie para hacer posible el cambio" y por lo cual "le debemos más de lo que nunca podremos pagar".

"Los cerdos han volado, la primavera ha llegado y las rosas han florecido", dijo López, después de dejar claro que no tiene intención de cobrarse "facturas" ni "revanchas" con el pasado porque su objetivo es unir a todos los vascos, sumar voluntades y que la convivencia sea la referencia del País Vasco, y en ello "dejarme la piel, con mis aciertos y mis errores".

Es un gobierno socialista, sentenció, pero "para todos, piensen como piensen y sientan como sientan", con el objetivo de construir una Euskadi "mejor, en la que quepamos todos y sólo sobren los violentos".

Para ello, garantizó que defenderá con todos los instrumentos del gobierno el sistema democrático y sus instituciones, buscará el entendimiento con todos los partidos para combatir el terrorismo, y aprovechará todas las capacidades del autogobierno para solucionar problemas, "no para crearlos artificialmente".

López subrayó que, en sus más de 125 años de historia, los socialistas vascos "nos hemos caído muchas veces, pero siempre nos hemos levantado. Nos han golpeado muy duro, nos han perseguido, nos han encarcelado, nos han asesinado, pero nos hemos mantenido más firmes y más fuertes cada vez".

Hoy siguen siendo cientos los socialistas vascos que defienden la libertad y la democracia "en las peores circunstancias", y a todos ellos les dijo que nada ha acabado con su llegada a la Lehendakaritza, sino que "ahora empieza todo" porque se abre un nuevo tiempo.

A todos ellos les dijo también que algunos "no nos lo van a poner fácil", como demuestra el hecho de que sólo lleven 25 días gobernando y ya desde antes hayan intentado "desgastarnos".

Dijeron, recordó, que el gobierno socialista no aguantaría ni cuatro días, pero hay un acuerdo que garantiza su "estabilidad, fortaleza y solvencia para toda la legislatura" y afirmaron que sería "de partido" pero es el que más independientes ha incorporado.

Después de sólo 25 días, concluyó, el cambio "ya se está notando" en la asistencia de las víctimas del terrorismo a la toma de posesión del lehendakari, en la paridad del Gobierno, en el inicio del diálogo social, en el acercamiento a la comunidad educativa y los profesionales de la sanidad, o en la elección de un "perfil profesional" para dirigir la televisión y la radio pública.