Así lo pidió en unas declaraciones envidas a los medios de comunicación en las que recordó que en 1998 la sociedad dijo “basta” y “la ciudanía entera salió a la calle” ante el secuestro y el asesinato, de la “forma más vil, cruel y despreciable”, que perpetró la banda terrorista ETA contra concejal popular del Ayuntamiento de Ermua.

Entonces, dijo, se vivieron 48 horas “terribles” en las que “todo el mundo pudo comprobar que detrás del terrorismo no había nada” y que su “esencia era simplemente el horror desnudo”.

Aquella forma de enfrentarse “abiertamente al monstruo” que protagonizó “España y Euskadi enteras, y todos juntos”, desde partidos políticas, a instituciones y colectivo, fue el ‘Espíritu de Ermua’ frente “al terror” y “supuso el principio del fin”. “Fue una sensación de valentía de la que estar orgullosos”, remarcó.

Por ello, López apeló a ese momento en el que “la democracia y los demócratas ganamos al terrorismo” porque van “10 años ya sin miedo, sin tener nuestra libertad secuestrada y la vida amenazada”. “Hoy, dijo, nuestra obligación es seguir sosteniendo ese espíritu colectivo, que nos unió a todos”.

“Hoy, que son tantos los debates y las cuestiones que nos dividen, son tantas y tan atractivas las tentaciones para enfrentarnos y mantener posiciones casi de combate, deberíamos de recordar que hay cuestiones que están por encima de la pelea partidaria”, afirmó el secretario de Memoria Democrática y Laicidad del PSOE.

“Siendo distintos y plurales en nuestras ideas, diversos en nuestros sentimientos de pertenencias", López dijo que hay "elementos que nos unen y en los que basamos nuestra convivencia”. Esos son, explicó, la “unidad de los demócratas frente al terrorismo, la unidad en el recuerdo, el homenaje, la dignidad de las víctimas del terrorismo”.

Por todo ello, ante el acto del domingo en homenaje a Miguel Ángel Blanco al que asistirá el Rey; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y el lehendakari, Iñigo Urkullu, Patxi López revindicó que éste debe ser “un acto de unidad”. “Usarlo para confrontar, para dividir, sería el peor ejemplo que podíamos trasladar a la ciudadanía”.

El lehendakari que estaba al frente del Gobierno vasco cuando ETA comunicó el fin de la lucha armada se mostró “convencido de que la política y los políticos estaremos a la altura del momento, de una ciudadanía que dijo 'basta ya', de unos servidores públicos (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado) que se enfrentaron con toda la determinación del Estado de derecho al terrorismo; de tantos y tantos resistentes (concejales, cargos públicos, jueces, periodistas, fiscales, empresarios) que fueron los que abanderaron nuestra lucha contra el terror, y la victoria contra ETA”. “Estamos convencidos de que así será y de que no les vamos a defraudar”, concluyó Patxi López.