UNICE cree que el comercio de estos gases causantes del efecto invernadero debería incluir tres categorías de participantes dentro de un ercado común. En la primera estarían comprendidas las empresas o sectores industriales que se han comprometido con el sector público a cumplir los objetivos en el ámbito (el llamado "sector absoluto").

La segunda categoría estaría formada por los sectores o compañías que han convenido con las administraciones un volumen de emisiones para desarrollar un mecanismo eficaz de gestión de interacción entre la unidad y los sectores absolutos. La tercera incluiría a las empresas que se han comprometido a llevr a cabo proyectos de emisiones de gases con efecto invernadero con el fin de lograr los objetivos marcados.

Las patronales comunitarias opinan que el comercio de emisiones podría incluir los créditos derivados de las cantidades asignadas y de las generadas por los proyectos. Respecto a las industrias, UNICE hace hincapié en la importancia de que un acercamiento global se mantenga para cumplir con lo pactado en Kioto y para proteger la competitividad de la industria comunitaria, teniendo en cuenta siepre el desarrollo internacional.

La racionalidad medioambiental, la racionalidad económica, la credibilidad del sistema, su equidad y su simplicidad son algunos de los criterios que defiende UNICE como necesarios para lograr un comercio de emisiones que funcione en la Unión.