Los sindicatos han reconocido que la guerra en Ucrania puede añadir mayor “presión” a la negociación por el efecto que puede tener sobre la inflación al empujar al alza los precios de la energía, mientras que fuentes de la patronal ponen el foco en la “incertidumbre” que genera en el crecimiento económico y para los costes que afrontan las empresas.

El anterior AENC caducó en 2020 y los sindicatos venían exigiendo que “cuanto antes” se iniciaran las negociaciones para un nuevo acuerdo que sirviera de guía a la negociación colectiva de los diferentes convenios sectoriales.

Esta reclamación cobró mayor fuerza por el alza de la inflación que, según el dato adelantado de febrero del Instituto Nacional de Estadística (INE), se situó en un 7,4% interanual.

En las semanas anteriores se desarrollaron los primeros contactos para poner en marcha la negociación del AENC y será este jueves cuando comenzará plenamente la negociación formal que, eso sí, todas las partes coinciden en que será compleja.

En declaraciones a Servimedia, el vicesecretario de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya, indicó que la negociación sobre salarios “debería ser rápida” por la situación de inflación que se está viviendo, que ha hecho que “en el último año, los trabajadores hayan perdido cinco puntos de poder adquisitivo”. Por ello, defendió que se necesita un “acuerdo sobre rentas rápido, para que pueda trasladarse a la negociación de los diferentes convenios”.

Sobre la marcha de la primera reunión, Hoya explicó que servirá para fijar los puntos que se van a negociar. De hecho, los sindicatos han señalado reiteradamente que no solo se abordarán cuestiones salariales, sino diferentes aspectos de la aplicación de la reforma laboral o la implementación de planes de igualdad de género en las empresas, entre otros asuntos.

MÍNIMO DEL 5%

No obstante, en cuanto a los salarios, Hoya abogó por alzas salariales iguales o superiores al 5%. “Es una cifra que sigue teniendo riesgos para los trabajadores, porque ya estamos viendo los niveles en los que se mueve la inflación y con la situación que se vive en Ucrania, los precios pueden seguir elevándose y, desde luego, como venimos diciendo, los costes de la energía tardarán más de lo que se esperaba en reducirse”, abundó el vicesecretario de Política Sindical de UGT.

En todo caso, aclaró que en la medida en que se introduzcan cláusulas de revisión salarial en función del Índice de Precios al Consumo (IPC) la cifra podrá flexibilizarse por parte de los sindicatos. En este sentido, reconoció que la situación en Ucrania añade “presión a la negociación” porque ralentizará que la inflación se reduzca.

Por su parte, en una entrevista en Servimedia, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, se abrió a la posibilidad de que se acuerden incrementos en el entorno del 3% para este año, ya que esta es la inflación subyacente y la media del IPC del pasado año, siempre que se garanticen cláusulas de revisión salarial que hagan que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo e incluso, en algunos sectores, “lo mejoren”. En su opinión, hay “muchos sectores que se lo pueden permitir”.

CONDICIONADA POR EL SMI

Por otra parte, fuentes de la CEOE trasladan a Servimedia que la negociación sobre el V AENC parte condicionada por la reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 1.000 euros por 14 pagas.

En su opinión, este incremento empuja al alza las tablas salariales, aunque precisan que desde la patronal se tratará de “alcanzar un acuerdo razonable que permita no alimentar la escalada” de precios. “En todo caso, trabajaremos en coordinación con nuestras organizaciones miembro al ser un tema fundamental en la actual coyuntura”, agregan las fuentes empresariales.

Igualmente, reconocen que la guerra en Ucrania añade “incertidumbre” a la negociación por el hecho de que puede afectar al crecimiento económico y a los costes que afrontan las empresas.