El incidente ocurrió cuatro horas después del despegue cuando el pasajero Paul Gordon, de 46 años, comenzó a agitarse gritando que no le gustaba la cantidad de gente que había a su alrededor. Acto seguido empezó a ntimidar verbalmente a la tripulación y al resto de viajeros, hasta que su agresividad fue creciendo y acabó empuñando un cuchillo que guardó hasta el momento del aterrizaje. Una vez en Los Angeles, la policía entró al avión y arrestó al desequilibrado, para trasladarlo inmediatamente a un hospital local, donde le sometieron a una examen mental.

Un portavoz del FBI explicó que no se había producido ningún herido durante el incidente y que los 190 pasajeros fueron trasladados a otro avión. Ahora, Paul ordon se enfrenta a una pena de 20 años de cárcel, si finalmente resulta condenado por el delito de interferir en la seguridad de un vuelo con amenazas y armas.