Esta central aduce que el incremento del desempleo ha sido mayor que en enero de 1998, que los contratos temporales siguen creciendo de forma "descontrolada", que aumenta la rotación en los puestos de trabajo y que se reduce cada vez más la duración de los contratos.

UGT insistió en que hay que aprobar una ley de incentivos para la reducción del tiempo de trabajo, como un mecanismo necesario para la creación de empleo.

Por eso consideró que el anuncio del ministro de Trabajoy Asuntos Sociales, Manuel Pimentel, sobre el establecimiento de un marco común que reconduzca las políticas de apoyo en esta materia que están aprobando las comunidades autónomas, "llega tarde y mal".

Esta iniciativa, en su opinión, "supone la reacción a destiempo de un Gobierno que, por su cerrazón, se ha visto desbordado". Criticó que, además, no esté previsto que los sindicatos participen en este debate.