La Eurocámara propone la elaboración de un código de conducta interinstitucional para conseguir una mayor coherencia y equidad de la acción exterior de la Unión Europea en materia de democratización y derechos humanos.

Este código regiría las relaciones de la Unión Europea con los más de 120 estados con los que se mantienen acuerdos que incluen la cláusula democrática. Entre otras sugerencias, el código debería prever la suspensión inmediata de toda relación política, económica o comercial con estados que, según reconozca la ONU, alienten o apoyen el terrorismo.

En casos de violaciones ocasionales de los derechos humanos, el código debe contener la posibilidad de suspender los acuerdos firmados con el país en cuestión, la suspensión de los contactos a alto nivel y la modificación de los programas de cooperación. En todo caso, la aplicació de la cláusula democrática no afectaría a la ayuda humanitaria.

Por lo que respecta al procedimiento de suspensión de los acuerdos, el Parlamento sugiere aplicar el que establece el artículo 7 del Tratado para casos de violaciones de derechos humanos por un Estado miembro, incluyendo la audiencia al país infractor. El Parlamento también podría proponer por mayoría simple la suspensión de un acuerdo.

El Parlamento también propone que en las relaciones exteriores que impliquen ayuda financiera, elEstado beneficiario se comprometa a abolir y castigar las formas más graves de violencia contra las mujeres, como la mutilación genital, la lapidación o los castigos públicos.

Además, la Eurocámara considera que la exigencia de abolición de la pena de muerte o la introducción de una moratoria debe caracterizar toda relación exterior de la Unión Europea.

Finalmente, la resolución, elaborada por la eurodiputada española socialista Rosa Díez, insta a que la UE no aplique un doble rasero en sus relacones con terceros países, sino que promueva un enfoque coherente, sin agravios comparativos, para evitar resultados injustos.