La decisión fue adoptada con los votos de los tres miembros del Partido Popular en la Mesa y la abstención de los dos diputados socialistas. El resto de grupos parlamentarios no tienen representación en este organismo.

Izquierda Unida solicitaba la suspensión del acta de diputado de Gabriel Cañellas amparándose en el artículo 8.1 del Reglamento del Parlamento balear. Ese artículo establece la posibilidad de suspender los derechos y deberes de un diputado cuando se cumplan los tres requsitos siguientes: que el diputado esté bajo un acto de procesamiento, que este acto sea firme y que el pleno de la Cámara acuerde su suspensión por mayoría abosluta.

La Mesa del Parlamento considera que el artículo aludido no es de aplicación en el caso de Cañellas por no encontrarse procesado en un auto judicial firme, ya que lo que se ha abierto es un procedimiento abreviado para determinar sus responsabilidades en el "caso Sóller".

El órgano parlamentario tomó la decisión tras recibir un infore de los servicios jurídicos de la institución argumentando el rechazo de la solicitud de Izquierda Unida.

El presidente del Parlamento explicó que "la Cámara debe salvaguardar los derechos de los diputados, sean quienes sean", y negó que la decisión estuviera motivada por razones políticos. "La decisión sólo se justifica en la norma jurídica", declaró Joan Huguet, y añadió que "en ningún caso el Parlamento se moverá a golpe de amenaza", en referencia a la posibilidad de que la decisión sea recurrida n los tribunales por Izquierda Unida.

El portavoz del grupo parlamentario de IU, Eberhard Grosske, anunció la presentación de un recurso ante el Parlamento solicitando la reconsideración de la decisión adoptada hoy por la Mesa. En caso de ser rechazado, Grosske declaró a Servimedia que "Izquierda Unida no dudará en llegar a los tribunales para conseguir la suspensión de Cañellas".