La española y su piloto, Ignacio Rodríguez, marcaron un tiempo de 1-41-37, sacando 41 segundos de ventaja a los segundos clasificados, la pareja formada por los estadounidenses Heller y Evangelatos, y 1 minuto 6 segundos a los italianos Frut y Erlacher.

Los españoles, que participaban por primera vez en una prueba de alta competición, tomaron la salida con serias aspiraciones al triunfo final y desde el primer momento marcharon en cabeza, pero no decidieron atacar hasta la penúltima vuelta, cuando quedaban apenas 15 kilómetros para el final, y ya no pudieron ser alcanzados por sus seguidores.

"Sabía que podíamos ganar, pero ha sido una prueba muy dura, con mucho calor y he corrido bajo una gran tensión porque temía perder, no reacconar bien ante un posible ataque", manifestó en línea de meta.

Belén Pérez, de 19 años, lleva tan sólo un año compitiendo en ciclismo y su única experiencia internacional se reducía a una participación en el Tour de Bélgica hace unos meses, donde se clasificó en noveno lugar. No obstante, su entrenador, Juan Carlos Pérez, advirtió de inmediato sus cualidades y decidió intensificar sus entrenamientos para llegar hasta el oro en los Juegos Paralímpicos.

Lo que más llamó la atención al seleccionadorfue la gran compenetración existente entre Belén y su piloto, natural como ella de Granada y posiblemente algo más que un amigo, aunque se limitan a sonreir cuando se les pregunta al respecto.

Según el seleccionador, son "una pareja muy conjuntada y muy fuerte; ella es una niña excelente, con unas condiciones indiscutibles, y él un piloto coherente, siempre dispuesto a prestar ayuda y con mucha paciencia".

La nueva campeona paralímpica padece una enfermedad evolutiva desde que tenía 15 años, aunqe todavía conserva algún resto de visión, por lo que está integrada en la categoría B-3, si bien todos los deficientes visuales compiten juntos en las pruebas de ciclismo.

Para ella, esta medalla "lo supone todo" y recompensa el gran esfuerzo realizado durante los últimos meses, entrenando dos horas y media diarias junto a Ignacio, después de que éste, que trabaja de camarero, saliera de trabajar.

La nueva medallista quiere seguir practicando ciclismo, aunque desde que era pequeña ha hecho gimnasa rítmica y natación, modalidad en la que ganó un campeonato de Andalucía. Fuera del deporte, su gran afición es el baile. "Me gusta mucho cantar y bailar, sobre todo flamenco, que para algo es de mi tierra", indicó.

De momento, tratará de aprovechar al máximo estos momentos de triunfo y cuando vuelva a Granada reanudará sus estudios de Magisterio para poder llegar algún día a enseñar Educación Física, su gran pasión.