Iriarte aseguró que esta tendencia se debe a la mayor cultura de la salud de los ejecuivos, que pasan chequeos periódicos y controlan sus niveles de colesterol y presión arterial, "en cambio, las personas de estatus social más bajo desconocen muchas veces los hábitos de vida que suponen un peligro para su corazón".

Un reciente estudio sueco demostró que la tasa de infarto más alta del país fue la detectada en los astilleros de las zonas costeras próximas a Malmöe, donde el sector naval ha entrado en una profunda crisis.

El profesor Iriarte indicó que en estos momentos está buscand fianciación para iniciar un estudio similar sobre la incidencia de la crisis industrial vasca en la salud de los trabajadores de la zona.

El cardiólogo vasco comenzó en 1988 un programa de prevención de la angina de pecho, el infarto y la muerte súbita en varias empresas de las localidades guipuzcouanas de Legazpia y Mondragón y en las empresas de Iberdola en Bilbao.

"En estos años", explicó, "hemos conseguido reducir entre un 30 y un 40 por ciento la mortalidad coronaria y rabajar en un 50 por iento la incidencia incial del infartos".

El equipo del doctor Iriarte elaboró dos tipos de estrategia: individual (tratando a los trabajadores con hipertensión o colesterol) y general (modificando los hábitos de vida).