Rayón señaló que "la Compañía de Jesús comparte en estos momentos el dolor de la Iglesia española ante la muerte de su Santidad Juan Pablo II. Dolor que aflige no sólo a los miembros de nuestra Iglesia, sino también a la inmensa mayoría de la sociedad. Junto al dolor, una acción de gracias a Dios por el don que han supuesto para el mundo y la Iglesia sus 26 años de Pontificado".

A renglón seguido, este jesuita expresa su gratitud al Papa, "cuya vida, desde aquellas primeras palabras 'abrir los corazones a Cristo' hasta la doliente bendición del pasado 30 de marzo, ha sido 'gastarse' y 'desgastarse' por anunciar al mundo la buena noticia de Jesucristo, salvación de la humanidad".

"Un anuncio", continuó, "desde la convicción más profunda del que cree en unos valores que pueden dar al hombre y a la mujer su auténtica dignidad de hijo de Dios".

También agradeció a Juan Pablo II "el don de llegar al corazón de los jóvenes por su coherencia de vida y doctrina, por su libertad en proclamarles la verdad y las exigencias del Evangelio, por sacarles de la rutina y de la mediocridad; un Papa que, como nadie, supo conectar con sus aspiraciones y anhelos de un futuro mejor para la humanidad".

"Nuestra gratitud", concluyó, "a un Papa que dio esperanzas a un mundo, con frecuencia dividido y enfrentado por las injusticias y las guerras, haciéndose defensor del derecho de todo pueblo a la paz, la justicia y la libertad, y de toda persona a la vida y a la dignidad".