Así lo anunció este viernes el equipo médico del Policlínico Agostino Gemelli de Roma, donde el Papa ingresó hace ocho días al presentar fiebre. El anuncio lo hizo el doctor Sergio Alfieri, que precisó que el Papa seguirá ingresado al menos la próxima semana. Precisamente, para los próximos días, la agenda vaticana incluía un retiro espiritual.

Los facultativos indicaron este viernes a la prensa que se trata de un paciente "frágil", que tiene antecedentes médicos (como parte del pulmón derecho que le tuvieron que extirpar siendo joven) y que además tiene 88 años. Asimismo subrayaron que el paciente tiene "buen humor".

La hospitalización se produjo el 14 de febrero tras arrastrar problemas respiratorios desde días atrás que le habían impedido participar con normalidad en sus actividades.

En las últimas semanas, Francisco había renunciado a leer varios discursos porque tenía dificultades para tomar respirar, y se le había visto hinchado y cansado durante su apretada agenda, incrementada por la actividad del Jubileo 2025 que se celebra en Roma.

A partir de varios análisis y pruebas, los médicos diagnosticaron una neumonía bilateral y adaptaron el "complejo" tratamiento farmacológico para el pontífice.

Los comunicados de la Santa Sede de los últimos días han ido mostrando "leve mejoría" en la condición del Papa y que no presentaba complicaciones de corazón ni precisaba respiración asistida. La Sala Stampa completaba esos datos con anuncios de que el Papa se levantaba de la cama, descansaba bien por las noches, desayunaba e incluso leía y hacía algunos trabajos con sus colaboradores más directos.

Asimismo, el Papa recibió el miércoles durante 20 minutos la visita de la presienta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni, que le encontró "lúcido y reactivo" e intercambió bromas con él. "No perdió su proverbial sentido del humor", dijo la política italiana.