Juan Pablo II señala que su deseo este año es proponer a los católicos que reflexionen sobre "un tema de gran actualidad" como es la longevidad, la función que las personas realizan en la sociedad y la defensa de la vida hasta la muerte por causa natural.

Sin que en ningún momento el Santo Padre mencione la palabra eutanasia, Juan Pablo II afirma que "la vida del hombre es un don precioso que hay que amar y defender en cada fase. El mandamiento 'no matarás', exige siempre el respeto y la promoción de la vida, desde su principio hasta su ocaso natural".

Además, el Papa expresa su estima a cuantos con "denuedo" ayudan y atienden a los ancianos, al tiempo que les invita aa aprovechar esta Cuaresma "para ofrecer también vuestra generosa contribución personal".

"Vuestra ayuda permitirá a muchos ancianos que no se sientan un peso para la comunidad o, incluso, para sus propias familias, y evitará que vivan en una situación de soledad, que los expone fácilmente a la tentación de encerrarse en sí mismos y al desánimo", subraya el Santo Padre.