A través de un telegrama que ha remitido en su nombre el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, al arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, Francisco "eleva a Dios sus plegarias por el eterno descanso de las víctimas y manifiesta también su cercanía a las familias que lloran a sus seres queridos".

Asimismo, Francisco encomienda "a la misericordia del Señor y al maternal cuidado de la Madre de Dios las personas afectadas por este percance", mientras imparte la bendición apostólica, "en prenda de la constante ayuda del Altísimo y signo de esperanza cierta en la resurrección".