La madre Matilde (1841-1902), de espíritu profundamente eucarístico y mriano, se dedicó durante la juventud a una gran actividad apostólica con jóvenes, enfermos y pobres, especialmente en la ciudad salmantina de Béjar.

A los 34 años de edad fundó el Instituto de las Hijas de María Madre de la Iglesia que se dedican, especialmente, al culto de la Eucaristía.

Durante su vida se distinguió por una caridad creativa y compasiva ante el sufrimiento de los más necesitados de la sociedad de su época.

En 1879 abrió la primera casa en Don Benito y, en vida, realizó otra siete fundaciones. Hoy alrededor de 300 religiosas repartidas por España, Portugal y otros países de América Latina, siguen fiel a su carisma.