En una información que publica la revista "Temas", Menéndez del Valle explica que esa lista incluye sólo los daños infligidos por el Ejército israelí, no los que pueden haber causado los colonos en su política de ocupación de tierras.

Tampoco se incluyen daños "colaterales", como el retraso en proyectos de cooperación que suponen los ataque, o la pérdida de puestos de trabajo, ni tampoco la destrucción de propiedades privadas palestinas.

Los daños más cuantiosos fueron ocasionados en el aeropuerto internacional de Gaza, donde España, Alemania, Suecia, la Comisión Europea y Egipto (que pagó la pista de despegue) invirtieron 9,3 millones de euros; en la Televisión Palestina, por importe de 3,3 millones de euros, y en tres campos de entrenamiento policial (Rafah, Jabalia y Al-Twan), por 2 millones de euros.

El informe ofrece datos curosos, como que de los 758.000 euros en daños causados en el Hotel Intercontinental Jacier Palace, en Belén, tomado por el Ejército israelí entre el 19 y el 29 de octubre pasados, 700.000 euros lo fueron en destrozos hechos por soldados israelíes en el interior del edificio, y sólo 50.000 euros en la fachada por disparos palestinos.