Ambas fuerzs son las principales beneficiarias de la reforma de la Ley Electoral vasca, que han sacado adelante con el apoyo del PNV y EA, y el voto en contra de los dos grandes perjudicados, PP y PSOE.

La reforma hace que para lograr un escaño por Alava, Vizcaya o Guipúzcoa en los próximos comicios, haya que obtener sólo un 3% de los votos en cada provincia, frente al 5% mínimo que era necesario hasta ahora.

Aquellas elecciones, según fuentes consultadas por esta agencia, registraron la participación más ata de cuantas se han dado en unas autonómicas vascas, un 70,7%.

Pues bien, si se repitieran unos resultados similares, IU podría lograr incluso su tercer escaño, por Guipúzcoa. Hace dos años la coalición obtuvo en ese territorio 18.634 votos, un 4,58%. Hoy, le harían falta sólo 12.195 de esos sufragios para superar la barrera del 3% y lograr ese diputado.

Según ese mismo cálculo, para caer por debajo del 3% en Vizcaya debería perder un 51,7% de los 42.576 votos obtenidos. En Alava la caída deberí ser del 47% sobre los 9.625 votos obtenidos.

Por lo que respecta a Unidad Alavesa, para perder toda su representación parlamentaria (dos escaños), esta formación tendrá que sufrir una hecatombe electoral en su territorio natural, Alava, donde logró el 25 de octubre del 98 un total de 14.278 votos. Tendría que perder casi el 65% de ese apoyo electoral.

Según diversas fuentes consultadas por esta agencia, estos datos explican el rechazo de PP y PSOE a la modificación de la ley electoral, y el inteés del PNV, ya que puede convertirse en un freno a la tendencia al alza de los partidos estatales.