Fuentes de la Ertzaintza señalaron que la madrugada del viernes al sábado se caracterizó por una "aparente tranquilidad", ya que los miembros del Cuerpo no tuvieron que llevar a cabo ninguna salida nocturna por delitos de violencia callejera.

Este "parón" contrasta con la "avalancha" de actuaciones qu han desarrollado los simpatizantes de ETA en las últimas semanas. Especialmente, desde que Olaya Castresana murió en Torrevieja (Alicante) el pasado 24 de julio cuando estalló la bomba que preparaba en un apartamento de esta localidad.

Desde entonces, la Ertzaintza ha contabilizado más de 40 actos de violencia callejera en apenas diez días y que han concluido con la detención de dos personas. Una por amenazar y coaccionar a sus vecinos de San Sebastián durante la jornada de huelga que la izquierda "aertzale" declaró en la capital guipuzcoana con motivo del fallecimiento de Castresana. El otro, por llevar a cabo pintadas.

La mayoría de los ataques fueron dirigidos contra entidades financieras e instituciones del País Vasco. Así, los sucursales y los cajeros automáticos de los bancos BBVA y BBK han sido algunas de las más perseguidas. Los representantes de los partidos políticos han quedado esta vez en un segundo plano, ya que tan sólo resalta la amenaza al presidente de las Nuevas Generaciones delPP en el País Vasco, Santiago Abascal, a quien colocaron los restos de un animal muerto -un corzo- encima de su coche.